Sentada en su trono de hoja lata, yacía la reina de papel mache. Estaba muy dolida y al punto de destruirse por sus propias lagrimas. Su interior no era muy distinto al de alguna otra fetiche de papel mache.Saber engañada por los seres que más quería (una amiga y su marido).Destruiría a cualquier ser. La rabia que sentía la alimentaba para seguir adelante con toda la farsa. Desconocía su interior y no era buena para pensar y no estaba dispuesta a empezar a pensar en estos momentos. Decidió vengarse. ¿Cómo lo haría? Simplemente invertiría lo que le hicieron.
Eligio al reciente amigo de su ex marido, para endulzarle el oído. Cayo la presa en la tela araña tejida por la reina. Era medio lógico que cayera era hombre. Y en cuestión de polleras los hombres se pierden, algunos, pero en su mayoría.
En fin, la reina de papel mache esta vez estaba consiguiendo su venganza…………Historia con final abierto, ya que el cayo en la tela araña no es más que mi hermano.
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