Ya había pasado mucho tiempo de la última vez que había condenado al olvido a unos cuantos recuerdos guardados en cajitas. Esta ves fue un poco más que olvido fue destierro de la vida, pasaron a ser nada más que cenizas que se van en el aire calido de una tarde de noviembre.
Sin más nostalgias……
Sin más que pensar, todo cumple su ciclo, por eso era necesario dejarlos ir.
Junto a este extraña ceremonia mezcla de funeral vikingo y ganas de que una receta mágica haga recuerdos y situaciones que no queremos pasen a otro lugar, juntar huellas de reminiscencias de fantasías edípica colgadas, es decir, idealizaciones falsas. Todo culminado en esa ceremenonia tribalésca.
Los duelos suelen ser largos y deben pasarse por un par de pasos necesarios, creo poder ubicarme en la etapa final de ellos, el desapego. Es necesario para poder apreciar a otras cosas.
La convulsión del ultimo tiempo me dejo sin poder, mirar nada de lo que me rodea, pero tampoco me preocupe a decir verdad si respiran y si viven como pueden Ya somos todos adultos y a veces vivimos como podemos, porque no queremos cambiar, y no porque no se pueda, simplemente es comodidad.
Vuelvo a la realidad entre real y paralela, relajándome por pequeños logros y nuevas metas que necesito encausar. Necesito un oasis en este camino, pero tampoco puedo desviarme del camino trazado anteriormente, el cronograma frente a la mesa dice que es hora de tomar nuevamente las riendas.
Tal vez no disfrute del ultimo logro, y mío sola!!! Tiene a gusto a placer de saber que se puede que no hay nada ahí que no se pueda conquistar, es cuestión de desearlo y convérsense que uno es dueño de si mismo y de lo que quiere.
Ahora solo unos pasos más…
miércoles, 24 de noviembre de 2010
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