jueves, 3 de julio de 2008

Matéu

Matéu cruzo la calle a toda prisa necesitaba saber si era verdad lo que esas voces habían dicho. Tal vez era solo una alucinación o un mal sueño.
Por lo tanto, se despertó, lavo su cara con agua fría, se vistió y salio sin saludar. Nunca salía sin hacerlo. Por lo tanto su madre pensó que algo debía estar pasando con su hijo.
Matéu ya en la plaza tratando de saber si lo escuchado esa madruga, que decían esas voces en su ventana era verdad. Sabía que algún vendedor ambulante o los criados de algún gran señor estarían cuchicheando con otro.
Las horas pasaron y regreso sin saber si era correcto lo que había escuchado o todo era parte de una gran alucinación. Ya en casa comento lo escuchado a su madre, que lo aguardaba preocupada.
El seguía sin saber si era cierto lo escuchado, pensó en relajarse y se fue a leer un rato. Así se sucedieron las horas y llego la noche, hora donde el padre regresaba de su trabajo, pero esta vez no regreso. Era mas que claro que lo que había escuchado era verdad.
“A Rey muerto, Rey repuesto.”

1 comentario:

Anónimo dijo...

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